NOTA DE PRENSA N° 18-2025-CENECP/INPE
Servidores penitenciarios continúan fortaleciendo sus conocimientos con el desarrollo de la ponencia magistral intitulada «Intervención especializada en el ámbito de los delitos sexuales», a cargo de la Dra. Meritxell Pérez Ramírez, como parte de la IV sesión del “Curso Internacional: Nuevos retos del sistema penitenciario en el Perú” que viene ejecutando el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD), en coordinación con el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), a través del Centro Nacional de Estudios Criminológicos y Penitenciarios (Cenecp).
Durante la exposición, mediante la plataforma virtual, la especialista realizó un análisis introductorio al tema presentando información cualitativa. Detalló que este delito está presente en todo el mundo (del que se tenga la información) y, en la mayoría de los casos, el agresor resulta ser del entorno conocido de la víctima; por lo que solo 1 de cada 5 casos de violencia contra la libertad sexual es denunciado en alguna dependencia policial.
La clasificación de los delitos sexuales se da en función al número de agresores (individual o grupal), en función de la edad de la víctima, en función del conocimiento previo con la víctima, en función del contacto y en función de la motivación delictiva, detalló. En otro momento, Pérez Ramírez expuso un perfil diferencial de agresores sexuales y abusadores de menores, donde estos últimos, por ejemplo, generalmente tienen estabilidad laboral, con mayor desviación sexual y no tienen antecedentes penales.
Respecto al tratamiento para los privados de libertad por esta clase de delitos, erróneamente se asume que ningún tipo de tratamiento funciona para ellos, que el 100% reincide en el delito una vez que retoman su libertad y que son extremadamente peligrosos. Sin embargo, la especialista explicó que existen programas «voluntarios» que se aplican para este grupo, pero que el «primer paso de su éxito dependerá, primero, que el agresor sexual reconozca sus delitos y, luego, tenga la voluntad de participar del programa». La situación se complica, más aún, cuando quien está en prisión por este tipo de delitos, incluso, sufre el rechazo y hasta maltratos por los demás internos, agregó.
Finalmente, entre las principales conclusiones anotadas están, por ejemplo, el hecho de que el nivel de reincidencia es muy bajo (para el caso de España), aunque, se puntualizó que, si bien los programas de tratamiento para agresores sexuales pueden aplicarse con éxito durante el periodo de encierro, no asegura al 100% que no exista reincidencia. De otro lado, se debe prestar mucha atención al tipo de abuso sexual en grupo, cometido, generalmente por jóvenes.
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